lunes, 2 de agosto de 2010

Ni ayer, ni hoy, ni mañana

Pues cuando vuelvas no quedará ni ayer ni hoy ni mañana, sólo lágrimas en la lluvia, cicatrices en la memoria, arañazos en el alma. Y no seré yo la misma que ayer lloraba por ti, ni seré la que dijo que te amaba, lo habré sido, pero será mentira decir que lo sigo siendo. Tú puedes decir que me amas, puedes volver de la luna con polvo de hadas para hacerme sonreír y yo podría perdonar tus mentiras, mirarte a los ojos y mentirme creyéndote, pero estoy cansada y es demasiado tarde para inventarme excusas para el alma, que, mientras escribo esto, llora hecha jirones en el rincón más oscuro de mi cuarto sin luz, pintado de rojo…

No hay comentarios:

Publicar un comentario