martes, 20 de agosto de 2013

Lluvia

Cuando deje de llover, me asomaré a esa ventana y compartiré mi sonrisa con todos. Cuando deje de llover, miraré con esperanza el infinito cielo azul que nos cobija, y dormiré tranquila y serena. Cuando deje de llover, olvidaré mis pesares y preocupaciones, abriré mis alas y volaré hacia ti.

Cuando deje de llover..., en mis ojos...

lunes, 6 de mayo de 2013


Y sigo siendo el mal que remueve, en la penumbra de tus noches, los sueños que anclaron en un mar de dudas y desconcierto. Y sigo siendo el frío que recorre tus entrañas cuando, entre la gente, una pupila, un perfume, te recuerda que no está, y que no volverá y que nunca fue. Y sigo, sin seguir cada uno de tus pasos pero sabiendo qué haces, donde estás y con quien estas. Sé que sonrisa de las que dibujas es de verdad, y también la que es una máscara amarga que te envenena por dentro. 


Cuando besas, cuando llores, cuando sientas que el corazón se rompa, estaré allí, susurrándote palabras al oído.

Y seguiré siendo tu sombra, tu dolor, la oscuridad de tu alma. Seré siempre la parte más real de ti.

miércoles, 6 de marzo de 2013

Oscuridad

Hay algo que vive dentro de mi. Algo que surge de entre los recuerdos apartados, los que deseo olvidar. Supura de ellos como si de pus se tratase, y me embrutece, me asfixia. Quisiera destruir esta parte de mi, pero sin esa parte, tal vez yo dejaría de ser yo, y la imagen de aquella desconocida que sería yo sin serlo me aterroriza. Y de ese terror surge más oscuridad...

lunes, 11 de febrero de 2013

Yo

Yo he vivido cosas que no debería vivir nadie. He visto subir y bajar la cabellera de mi madre mientras esnifaba una raya de coca. La he visto pasarse la tarde pálida y desmayada, sin apenas moverse. He sentido el dolor que se siente cuando te rajan el alma con palabras, y también el dolor de cuando te parten la cara, sin motivo, la desesperación y el terror más absoluto, el desprecio y la compasión, y la confusión de no saber si odiar o amar. Me he encerrado en mis escritos y en mi mundo, en los libros, y aún así no se ha paliado mi tristeza. He querido acabar con todo, y a la vez no he querido cambiar en nada. Esto es lo que soy, un ser herido que lame sus heridas sin perdonárselas. Esto es lo que seré.

miércoles, 23 de enero de 2013

Perdido en el gris y el humo, sin ti

Seguía buscando tu mirada, entre aquellas personas, esas gentes sin hogar, sin vida. Pero no era capaz de recordarte, de verte con claridad dentro de mi cabeza, ¿cómo sabía si realmente te diferenciabas de aquella existencia vacía que lo inundaba todo con su ruido y su humo?

Y así mendigué por la gris ciudad, perdiéndome en las esquinas y olvidando quien soy, que soy, en contra de todos aquellos cazadores y serpientes que me buscan y me traicionan. Y yo los esquivaba, o les mentía, engañándome a mi también, perdiendo mi esencia pura. Por ti.

Perdidos en la misma ciudad infinita, las casualidades parecían imposibles. Nunca podría encontrarte, no podría volver contigo a nuestras cumbres blancas, donde nos perdíamos cada madrugada, cuando el sol pintaba con colores la blanca nieve, y nuestra risa era la música del bosque. Pero en el asfalto el sol no puede pintar, y con el sonido de los coches, tu risa se extingue y se deforma, hasta no ser más que un gemido monstruoso.

Y cuando ya estaba a punto de perder la esperanza, cuando iba a rendirme y dejarme ser engullido por todos aquellos seres grises que me rodean, te vi; el sol de la tarde teñía tus cabellos de fuego, tus ojos eran el fondo del mar más brillante, acuosos y verdes y azules y violetas y negros. Tus labios me miraban, con una media sonrisa, y tu piel canela, como siempre, plagada de tatuajes, resplandecía con un aura azul que te envolvía toda. 

Me acerqué a ti, y el viento parecía que nos quería separar. El día que hizo más viento que nunca, lo llamé. Tenía tus labios a un palmo de distancia, cuando murmuraste algo que no entendí, y te volviste a perder. No fue hasta que tu recuerdo se desvaneció cuando me di cuenta de lo que dijiste.

Au revoir, ¿no, amada Celeste?

lunes, 14 de enero de 2013

Rude boy

Rómpeme, golpéame, dame. Sigue, sigue, hasta hacerme sangrar. No puedes romperme, no puedes doblegarme. No pares. No cederé, así que continúa.

No me verás pestañear, ni llorar, ni arrastrarme a ti. No me verás suplicar. Solo sonreiré, esperaré otro golpe, uno tras otro, con los ojos abiertos, mirándote fijamente, sin pestañear.

No eres capaz de dañarme. Nadie puede.


miércoles, 2 de enero de 2013

Consúmeme


Transfórmame en humo, hazme desaparecer. Quémame, respírame, bébete mi cuerpo. Consúmeme y písame, como la colilla de tu cigarro.