martes, 20 de marzo de 2012

Templos de mentiras


Me mira, le miro. Nos miramos. Recíprocamente nosotros. Me oculta algo. Le oculto que me oculta algo. Le miento siempre y ella me cree. Y le guardo un rencor secreto por ello. 
Me escupe verdades a la cara, cuando deslizo, invisibles, redes de mentiras alrededor de su cuello. Cuando estoy a punto de enlazar los hilos, me ataca con la verdad pura.


Me daña.


¿Quién dijo que las verdades no duelen?

No hay comentarios:

Publicar un comentario